Un tatuaje sin duda representa una decisión personal e íntima que deja huella de por vida, que tiene sus motivos y sus musas, algo que se consulta con la almohada. El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), estima que en México hay un aproximado de 12 millones de personas con algún tatuaje.

En algunos casos, el paso del tiempo puede acabar con el encanto y se opta por cubrirlos con otra pieza o si es posible, retirar la tinta de la piel por medio de algún tratamiento láser.

Con más de ocho años de experiencia en procedimientos para retirar tatuajes, Yolanda Licon, especialista en el cuidado de la piel, explica que la mayor razón por la que sus clientes deciden retirar alguna imagen o serie de palabras, es principalmente por cuestiones laborales.

La especialista cosmiatra añade que a decir de las experiencias que los clientes le comparten, los motivos principales por los que acude una mujer a retirarse un tatoo también están relacionados con rompimientos amorosos, entre los cuales había un símbolo compartido o incluso el nombre de la pareja.

Entre otros momentos que se han quedado en su consultorio como curiosidades, Yolanda Licon recuerda situaciones donde los padres de familia llevan a sus hijos menores de edad pero también a mayores.

Mientras tanto, los casos menos frecuentes son aquellos que no les gustó cómo les quedó el tattoo.

Quitarlo no es inmediato, Licon aclara que es un tratamiento que contempla entre cuatro y siete sesiones de láser, donde el tiempo de recuperación después de cada sesión es de aproximadamente un mes.

Asimismo, la eliminación completa del tatuaje dependerá de varios factores como el tipo de tinta, el tamaño del tatuaje y los colores utilizados.

La herramienta para realizar procedimientos es el láser denominado ‘Picosure’, considerado de última tecnología, un láser de picosegundos (billonésima parte de un segundo) para la eliminación segura de pigmentaciones en la piel.

El Picosure cuenta con un centro de energía en el que se programan de acuerdo al historial clínico de cada paciente y su color de piel, con lo que se garantiza mayor efectividad.

Tal herramienta elimina amplia variedad de tatuajes de todos los colores y formas en todas las áreas del cuerpo, ya sea con tintas de color negro, azul, verde o las que no se quitaron exitosamente con anterioridad. Los costos por sesión dependen del tamaño de la pieza, va de 400 a 5 mil pesos.

Inmediatamente después del tratamiento se producirá enrojecimiento e hinchazón en la zona tratada, puede tener una sensación de escozor o quemadura, síntoma que se repliega con tratamientos tópicos cicatrizantes.

De acuerdo a la aplicadora, el láser penetra la epidermis y divide las partículas de color, con lo que empiezan a difuminarse por medio del torrente sanguíneo.

Otro dispositivo que anteriormente se utilizaba para retirar tatuajes es el láser Nd Yag, que emite luz de alta energía enfocado a una zona específica a la que aplica calor y destruye las células enfermas. Se trata de un láser con el elemento químico neodimio que no está obsoleto, ya que se sigue utilizando en algunas clínicas.

Al tratarse de agujas que entran en la piel, en los tatuajes está presenta una leve posibilidad de contraer, escasamente hepatitis y VIH, hasta infecciones en la piel derivadas de una mala aplicación o falta de cuidado, incluso por tener una mala cicatrización dermatológica como lo es la cicatrización queloide, así lo explica Rebeca Talamantes Valdivia, dermatóloga.

En contraparte, la dermatóloga explica que en el caso de la técnica de láser para retirar pigmentos, se trata de una lesión que, en un caso extremo, podría considerarse como una quemadura que llegaría apenas al primer grado. Además esta técnica sólo suele dejar un ligero cambio de pigmentación.

Los casos en los que ha llegado a retirar tatuajes con otras técnicas, son aquellos donde hubo afectaciones con variedad de infecciones o virus como el llamado molusco.

Las especialistas recomiendan verificar que el establecimiento donde se aplique el tatuaje esté autorizado y limpio y que se realice con todas las medidas sanitarias.