Mercado de fichajes de fútbol, en directo
Nuestra genética es diferente, así como lo es la diversidad de cuerpos, caras y pieles. La diversidad es atractiva y nos aleja de los ideales utópicos de belleza con los que la humanidad ha convivido hace miles de años. Aun así, la sociedad sigue promocionando cuerpos altos, esveltos y esculpidos y sino solo debemos encender el televisor y ver qué tipo de cuerpos predominan en series, películas o incluso en quién es la presentadora de los programas de televisión más populares en pantalla.
A parte de una genética envidiable (si consideramos que ese es el tipo de cuerpo normativo) el entrenamiento riguroso y constante acaba de esculpir el físico. Para ello, los ejercicios de fuerza son elementales para activar y definir la musculatura. Uno de los ejercicios más populares y extendidos son las flexiones, un movimiento con el que se trabajan varios grupos musculares: desde el pecho hasta los hombros, tríceps e incluso el tronco.
Aunque se trate de un ejercicio tremendamente básico, existen variantes que resultan más sencillas para los principiantes. Una de ellas son las flexiones con rodillas. A pesar de lo que siempre han recomendado muchos entrenadores, según Ebenezer Samuel y Mathew Forzaglia, director de acondicionamiento físico de Men’s Health y fundador de Forzag Fitnes respectivamente, es un error ya que no se aprovecha el ejercicio correctamente.
El objetivo es hacer una flexión de forma igualmente sencilla pero poniendo en marcha todos los grupos de músculo. Para ello, coloca las manos sobre una superficie elevada estable: puede ser una máquina Smith o incluso una caja o el sofá. El ejercicio comienza desde un punto más alto, por lo que será más sencillo, y, a diferencia de la variante con rodillas, permite mantener la tensión en los hombros y los pies, base para hacer una flexión de forma adecuada. Realiza 3 series de 10 repeticiones cada una.
Se trata de hacer una flexión en 'slow motion' es decir bajar el peso muy poco a poco. Cuanto más lentamente bajemos, más complicada será. Este tipo de flexiones acentúa la importancia del 'core' que controla la posición del cuerpo durante todo el ejercicio. Las flexiones 'slow' refuerzan esta base central al obligarte a descender hasta el final del movimiento de manera lenta y controlada, manteniendo el control del cuerpo y la tensión durante todo el movimiento. Hacer 3 series de 4 a 6 repeticiones cada una.
“Una cosa en la que realmente debemos concentrarnos, sin importar el ejercicio que estemos haciendo, es en reducir la velocidad... y poder concentrarnos en esa posición”, explica Forzaglia a la revista Men's Health. “Nuevamente, puede que te lleve más tiempo, puede que sea un poco más agotador, pero los resultados serán más visibles en menos tiempo”.
Otro de los métodos que recomiendan es el del descanso. No tiene mucho misterio y es que se basa en descansar haciendo dos o tres respiraciones entre las repeticiones. Es decir si tenemos que hacer 3 series de 10 repeticiones, podemos hacer 3, parar, respirar y continuar con las repeticiones. Esto ayudará no solo a trabajar sino que desarrollaremos fuerza además de sentirnos cómodos con la posición completa.
© Mundo Deportivo. Todos los derechos reservados.