Cultivo de bimi, cruce natural del brócoli y la col china, en la Vega de Granada

A veces la movilización social y el compromiso de las instituciones da resultado. En Granada hemos pasado de constatar la crisis del cultivo del chopo y la amenaza, por tanto, para las alamedas de la Vega de Granada (en 2019 informábamos de que en 30 años habrían desaparecido estos paisajes tan típicos de la zona) a comprobar cómo se ha revolucionado el sector y ya se vislumbra un futuro rentable para los agricultores, gracias al proyecto LIFE Madera para el Futuro que, con financiación de la Unión Europea, han puesto en marcha la Universidad de Granada, la Diputación y otras instituciones con el impulso de diversos colectivos conservacionistas.

El proyecto se ha puesto en marcha, se ha creado una asociación de productores y hasta han revivido con fuerza los viveros de chopos. Y ahora, se da un paso más con la organización para el 21 de octubre de la primera subasta de madera de la historia de Granada.

La Agrupación de Productores de Chopo de Granada Marjal ha anunciado para ese día la celebración de la primera subasta de madera de chopo en la provincia, con una larga tradición en el cultivo de esta especie. El anuncio lo realizó la promotora de la agrupación y gerente de la Confederación de Organizaciones de Selvicultores de España (COSE), Patricia Gómez Agrela, en un acto en el Carmen de los Mártires que reunió la noche de este jueves a los productores granadinos y representantes del Ayuntamiento de Granada, la Junta de Andalucía, la Diputación Provincial y la Universidad de Granada (UGR).

Gómez explicó que el objetivo de la subasta es “concentrar la oferta, dar transparencia y consolidar la cadena de valor de la madera de chopo”. Se trata de una fórmula extendida en el Norte de España, que permite ofrecer a la industria transformadora una producción estable y de calidad, al tiempo que favorece los intereses de los productores, que obtienen mejores precios por su madera.

La presidenta de Marjal, Victoria Carreras, precisó que las condiciones de la subasta se publicaran este viernes en el Boletín Oficial de la Provincia y los maderistas tendrán de plazo hasta el 17 de octubre para presentar sus ofertas por los diferentes lotes, en sobre cerrado. La apertura de plicas ante notario tendrá lugar el 21 de octubre a mediodía en la sede del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (Ifapa) de la Junta de Andalucía, en el Camino de Purchil. Los lotes, en total más de 6.500 chopos en diversos puntos de la provincia con un precio mínimo total superior a los 500.000 euros, se adjudicarán al mejor postor.

La agrupación Marjal, que reúne a 74 productores con casi 1.400 hectáreas de cultivos de chopo, se constituyó la pasada primavera en el marco de LIFE Wood for Future (Madera para el Futuro), un proyecto financiado por el programa LIFE de la Unión Europea para la mitigación del cambio climático del que forman parte la Universidad de Granada, COSE y la Diputación Provincial, entre otros socios.

Los productores asociados, señaló la gerente de COSE, “no solo rinden homenaje al chopo, sino que se comprometen, con su buen hacer y su trabajo, a ofrecer un recurso de calidad, local y de producción sostenible; a aumentar los sumideros de CO2; a mantener el paisaje lorquiano; y a mejorar la biodiversidad de la Vega. De su esfuerzo depende que la provincia de Granada se erija como una de las mayores zonas productoras de madera de chopo en España, como ya lo fue en los años sesenta del siglo pasado, y uno de los reservorios de naturaleza más importantes”.

Patricia Gómez subrayó, además, que los chopos son auténticas “depuradoras” de aguas contaminadas, que hacen llegar limpias a los ríos y los acuíferos, y eficaces sumideros de carbono. “Son una máquina perfecta, con rendimientos extraordinarios debido a su rápido crecimiento”, resaltó.

Acto de presentación de la asociación de productores de chopo de la Vega de Granada "Marjal" en el Carmen de los Mártires

La ‘puesta de largo’ de Marjal en el Carmen de los Mártires fue presentada por el alcalde de Granada, Francisco Cuenca, y en ella participaron el director general de Política Forestal de la Junta de Andalucía, Giuseppe Aloisio, la diputada provincial de Empleo y Desarrollo Sostenible, Ana Muñoz, y el vicerrector de Extensión Universitaria y Patrimonio la Universidad de Granada, Víctor Medina. Asimismo, intervinieron Antolino Gallego, coordinador de LIFE Wood for Future (Madera para el Futuro), el proyecto europeo impulsor de la unión de productores; y el presidente honorífico, Javier de Teresa.

El alcalde recordó que en ese mismo espacio se firmó hace unos meses el llamado Pacto de los Mártires, en el que instituciones y agentes sociales se comprometieron a buscar oportunidades de futuro para Granada y, entre ellas, señaló, estaban las choperas de la Vega como “apuesta de desarrollo y crecimiento”, para lo que ofreció la colaboración del Ayuntamiento de la capital y sus contactos con grandes empresas que podrían contribuir a “valorizar” este extraordinario recurso natural.

El director general de Política Forestal comprometió el apoyo de la Junta de Andalucía para este proyecto que “rescata una tradición agrícola y forestal” de Granada para generar un tejido productivo esencial para combatir la despoblación de zonas rurales. Giuseppe Aloisio anunció que buscará el encaje de la populicultura en los programas de ayudas autonómicos. “Es una apuesta por el futuro mirando al pasado”, recalcó.

La diputada Ana Muñoz afirmó que las alamedas de la Vega no solo tienen un enorme potencial como creadoras de empleo verde y riqueza, sino también una gran capacidad de mejorar la calidad del aire del Área Metropolitana de Granada, una de las conurbaciones con peores índices de contaminación de España.

El vicerrector Víctor Medina destacó que LIFE Wood for Future es un ejemplo claro del impacto de la Universidad en la sociedad, a través de la transferencia del conocimiento que genera la investigación universitaria. Subrayó además la apuesta de la UGR por el grupo que lidera Antolino Gallego, que será uno de los primeros en trasladarse a la Azucarera de San Isidro, adquirida por la institución académica. En ese sentido, aseguró que la madera de chopo como materia prima de productos para la construcción sostenible puede convertirse en el nuevo motor del desarrollo industrial para la Vega, como en el pasado lo fueron la morera para producir seda, el lino y el cáñamo con las fábricas de cordelería y velas o la remolacha para los ingenios azucareros.

“Nos hemos asociado para crear belleza, economía y bienestar”, concluyó Javier de Teresa.

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